Asumir nuestra responsabilidad sobre lo que nos sucede es muy diferente a asumir culpas… Ser responsable es liberador, a diferencia de sentirnos culpables. La responsabilidad nos da la oportunidad de tomar el control absoluto de nuestras decisiones, de sanar y transformar nuestra realidad. Si estamos dispuestos a transformarnos, lo primero que hay que hacer es dejar de inculparnos y de inculpar otros por lo que nos ha sucedido o lo que hemos padecido… Asumir nuestra responsabilidad nos da la libertad…
Lo más importante es aceptar el hecho de que debemos asumir el 100% de responsabilidad por todo lo que nos ocurre y que de alguna forma nos afecta. Normalmente creemos que los conflictos, vienen solamente de la acción de otras personas, que tienen actitudes perjudiciales para nosotros. Por lo tanto creemos que en ellos y su cambio está la solución del conflicto. Pero l realidad es completamente diferente… Asumir la responsabilidad por todo cuanto nos afecta, de una forma o de otra, no quiere decir que somos directamente responsables por la acción del otro, sino que… somos responsables por haber guardado memorias, emociones, sentimientos y traumas, que nos hacen entrar en sintonía con determinadas situaciones. Y el cambiarlo está únicamente en nosotros, en sanar lo que hay dentro de nosotros que está provocando o atrayendo el conflicto, que muchas veces es repetitivo. También reforzamos la acción del otro cuando consideramos y damos por hecho que aquella persona siempre va a actuar de la misma forma con respecto a nosotros… Así nos tornamos también responsables por alimentar en esa persona determinadas actitudes que nos afectan directamente.
Hemos acumulado a lo largo de nuestra existencia, experiencias que han generado traumas, miedos, culpas y todo tipo de creencias limitadoras. Experiencias que permanecen registradas en nuestro subconsciente, como en un banco de memorias. Esas memorias son revividas por nuestro subconsciente y se proyectan en nuestra realidad como todo tipo de experiencias que vivimos en nuestra vida, sean experiencias consideradas “buenas” o “malas”. Por ello, cuando algo nos causa problema, y proviene de la acción de otra persona, para sanar hay que asumir nuestra responsabilidad, por las memorias guardadas que nos han hecho atraer aquella misma frecuencia de vibración.
Los conflictos nos reflejan lo que no conseguimos reconocer en nosotros mismos… pero que está limitando nuestras elecciones, haciéndonos permanecer estancados y muchas veces considerando que no tenemos salida. Las memorias vibran en determinadas frecuencias haciéndonos atraer a personas y situaciones en esas mismas frecuencias… Al sanar y librar esas memorias, limpiamos la conexión con ese tipo de frecuencia y podemos relacionarnos con aquellas mismas personas con otro tipo de sintonía. O puede que esas personas se alejen naturalmente… Sólo podemos transformarnos a nosotros mismos, pero cuando sanamos algo en nosotros, nuestro entorno también se sana.
Asumir el 100% de nuestra responsabilidad es hace más sencillo cuando comprendemos que todo lo que atraemos a nuestra realidad es porque está dentro de nosotros… Esta es la mejor oportunidad de liberar y sanar… En cada situación existe la perfecta configuración para que podamos liberar las creencias que nos impiden fluir como Seres perfectos de Luz que somos. Cuando asumimos 100% nuestra responsabilidad de lo que nos sucede y atendemos el origen en nuestro interior, entonces sanamos y liberamos definitivamente.
Para ser 100% responsables de nosotros mismos, primero hay que soltar la responsabilidad que hemos tomado de la vida de otras personas y liberarlas de estas ataduras… Porque al tomar parte de su propia responsabilidad, las imposibilitamos para hacerse 100% responsables de ellos mismos y nuestra propia capacidad de hacernos responsables de lo nuestro disminuye también.
