
El término Dharma tiene diferentes significados
En el Budismo, Dharma significa protección. Con la práctica de las enseñanzas de la sabiduría divina, nos protegemos del sufrimiento. Los problemas que tenemos a diario tienen su origen en la ignorancia y el método para eliminarla es practicar el Dharma.
El adiestramiento en el Dharma es el método supremo para mejorar nuestra calidad de vida. Esta no sólo depende del progreso material, sino también de que cultivemos paz y felicidad en nuestro interior. Por ejemplo, en el pasado numerosos budistas vivían en países pobres y a pesar de ello, gracias a las enseñanzas de Buda, lograron encontrar una felicidad pura y duradera. Si establecemos primero la paz en nuestro interior por medio del adiestramiento en el camino espiritual, la paz externa se impondrá de forma natural.
El Dharma en el hinduismo constituye cualquier comportamiento o acción que permita al individuo alcanzar la felicidad y satisfacción en su vida. Por otro lado, el dharma es toda conducta que permita al individuo estar cerca de Dios.
Dharma también significa “propósito en la vida”, diciéndonos que nos hemos manifestado en forma física para cumplir un propósito. El campo de la potencialidad pura es la divinidad en su esencia, y la divinidad adopta la forma humana para cumplir un propósito.
La Ley del Dharma tiene tres componentes:
El primero dice que cada uno de nosotros está aquí para descubrir su verdadero yo, para descubrir por su cuenta que el verdadero yo es espiritual y que somos en esencia seres espirituales que han adoptado una forma física para manifestarse. No somos seres humanos que tienen experiencias espirituales ocasionales, sino todo lo contrario: somos seres espirituales que tienen experiencias humanas ocasionales. Cada uno de nosotros está aquí para descubrir su yo superior o su yo espiritual.
El segundo es la expresión de nuestro talento único. Cada uno de nosotros tiene un talento tan único en su expresión que no existe otro ser sobre el planeta que tenga ese talento o que lo exprese de esa manera. Eso quiere decir que hay una cosa que podemos hacer y una manera de hacerlo, que es mejor que la de cualquier otra persona, en este planeta. Cuando estamos desarrollando esa actividad, perdemos la noción del tiempo. La expresión de ese talento o talentos únicos nos introduce en un estado de conciencia atemporal.
El tercero es el servicio a la humanidad, servir a los demás seres humanos y preguntarse: “¿Cómo puedo ayudar? ¿Cómo puedo ayudar a todas las personas con quienes tengo contacto?” Cuando combinamos la capacidad de expresar nuestro talento único con el servicio a la humanidad, usamos plenamente la Ley del Dharma.
