El reiki es una práctica espiritual, rescatada en 1922 por el budista japonés Mikao Usui, adaptada y desarrollada por diversos maestros de distintas tradiciones.
Es un sistema de sanación natural por imposición de manos. El reikista es canal de la Energía Universal y se logra esta condición por la participación en Seminarios preparados a tal fin por Maestros autorizados. En los Seminarios se realizan sintonizaciones o y se explica la forma de aplicarlo en uno mismo y en otras personas. Cuando se avanza en la técnica también se puede enviar energía a distancia y limpieza energética de lugares. Si se llega al grado de Maestro se puede iniciar a otros en la técnica.
Reiki es un camino que no se opone a ninguna religión o filosofía, sino que complementa y amplía tu propio campo de acción. Hacer o recibir una sesión de Reiki siempre beneficia: en los momentos buenos, para vivirlos con mayor satisfacción y alegría. En los difíciles, para considerar con tranquilidad y equilibrio las situaciones, con mayor aceptación y desapego, con mayor claridad mental para tomar buenas decisiones y de manera oportuna.
Reiki es luz, es vibración, es energía del universo. Es energía universal de la más alta dimensión, y lleva consigo las propiedades de las ondas de amor incondicional, armonía y sanación. El amor es la esencia del universo, la armonía es su voluntad y la sanación es su efecto. Reiki es la palabra utilizada por Mikao Usui para referirse a la energía del universo. Es un término japonés que puede definirse como: “La milagrosa y sagrada energía del universo, que sustenta todas las formas de vida”.
Una sesión de Reiki puede durar aproximadamente cuarenta y cinco minutos y el paciente permanecerá acostado en una camilla, descalzo y vestido. Durante la sesión se utiliza música suave y aromas como incienso o esencias (aromaterapia). Se colocan las manos sobre una serie de ubicaciones en el cuerpo llamados chakras y la Energía Reiki fluye.
Durante un tratamiento, se siente una relajación profunda, una gran sensación de paz. Muchas personas se quedan dormidas, cosa que no influye para nada en el resultado final, algunas sienten un cosquilleo, calor o frío en diferentes partes del cuerpo según fluye la energía, otras personas ven colores, experimentan una sensación de “flotar” o sienten emociones que salen a la superficie y otras no sienten nada, pero no por ello el Reiki no está funcionando.
El Universo nos brinda una valiosa herramienta para ayudarnos y ayudar, para vivir en plenitud, para ampliar nuestra conciencia y nuestra capacidad de percepción, para unirnos al fluir de la vida, para entregarnos a la Energía Superior.
